domingo, 28 de marzo de 2010

Normalizando la Abominación

Empieza a ser muy normal este tipo de carteles publicitarios; por doquier, incluso cerca de colegios de educación primaria. Éste que reproduzco está en las  vallas de un polideportivo municipal donde entrenan alevines y, naturalmente, jóvenes adolescentes.
No es que pretenda iniciar la enésima cruzada contra el denominado "oficio más viejo del mundo". Pero sí alzar una voz, espero que responsable y ¿valiente? en este desierto tan lleno de efímeros deseos y tan yermo de anhelos trascendentes.Para nada la mía se tome por una actitud farisaica: sin sonrojos proclamo gozar de mi matrimonio.
Y bajo esta premisa denunciar, en primer lugar, como profesor de formación profesional, y negarme a que pueda usarse tal calificativo, oficio, para normalizar y "dignificar" las actividades de prostitutas, proxenetas y gente de afín calaña. Cierto es que muchas de esas mujeres no ejercen si no forzadas. Pero entonces no son prostitutas: son víctimas; principalmente de aquéllos que al menos lo sospechan y aun así con ellas se acuestan. Merecen, pues, este calificativo -miseria- y no aquél -trabajador@s- quienes comercian con su cuerpo o con su alma. En nada se dignifican incluso aunque así lo crean. En este extremo, debemos confiar y devolver, con nuestro amor y perdón (puesto que dificilmente podremos añadir comprensión), a Dios lo que a El corresponde: justificar (Si: En su inmensa Misericordia, Justificar) a nuestro hermano. Pero con igual tesón debemos dar o exigir del juez, lo que de juzgado de guardia es (en mi opinión, que legalmente puede estar equivocada)
Una vez conseguido que las televisiones (públicas o no) dejen de emitir pornografía en "abierto" no debiéramos quedarnos pasivos ante este otro nuevo intento de normalizar "el circo". "Circo y pan" siempre ha sido el lema del que todo lo vende, del que sólo cree en 'su vientre'
Intento no juzgarles, pero no quiero que dejen este mundo yermo. No consintamos que se apedregue, que tanto se endurzca el suelo, que tanto se dificulte la labor del Sembrador.
¿Cuándo diremos basta a esta "normalización"? ¿Esperaremos el día, ya no muy lejano, que el padre oiga de su hijo (bueno, el padre quizás no; porque al parecer, es politicamente incorrecto exigir a los padres que eduquen a sus hijos). Bien, entonces los abuelos... O peor: será el niño o la niña que a sus maestros diga: ¡pero de qué vais! Yo de mañana quiero ser puto o puta; ¡no es mal oficio!?
Pasaremos "con toda normalidad" del  'ganarás el pan con el sudor de tu frente' al 'tendrás lo que quieras con el placer de tu vientre'
Y hasta puede que vuelvan viejos tiempos de "prostitución sagrada"
Quien no aprende de su historia, está condenado a repetirla.

4 comentarios:

  1. Hola "su chico" he leido tu escrito y realmente estamos de vuelta de todo, lo que antes nos escandalizaba ahora no nos hace ni volver la cabeza, escenas de violencia o de sexo en plena calle o incluso en el tren nos arranca un pensamiento de: dónde hemos llegado pero pronto nos vamos o nos bajaamos del tresn y como ya no lo veo me da igual. Lo que antes era represión ahora es: no riñas al niño porque le traumatizarás y no desarrollará su personalidad. COMODIDAD Por parte de los adulto TODOS nosotros. Nos resulta mas fácil dejarle hacer y que nos deje en paz. Gracias por atreverte a publicar esta entrada. Emma

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  2. Hola:

    A veces digo que de ninguna manera estuve yo reprimida, cuando comentan los años 60.
    Que las ilusiones que yo tuve no se pagan con dinero.
    Me casé con mi marido a los 20.Ya llevamos 40 años de casados.
    Rezo por mi nieta de cuatro años .
    El futuro será de los psiquiatras y psicólogos.
    Pues en una sociedad que valora más el tener que el ser y más la belleza física que la espiritual. Ay no sé, no sé...
    Veo muchos chicos/cas jóvenes cpn muchas depresiones y desilusiones, por haber ido demasiado deprisa.

    Ay, perdona, ya me he enrrollado.

    Una abraçada.Montserrat

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  3. Hola.
    Gracias por escribir en mi blog. Dices haber leído algo en otro blog que dejé escrito y has hecho un aporte de pensamiento y reflexión. Muchas Gracias.

    He aprendido que cuando un hombre peca, más allá de su nombre, el que peca es el hombre.
    Yo me reconozco pecador y siento la culpabilidad que la propia conciencia me dicta. He ahí cuando digo, que debo ser cauto cuando hablo de los pecados de los otros ya que son los míos también, los del hombre. Solo que algunos pecados generan algo extraño dentro de uno.
    Y que puedo decir: esto está bien y esto está mal. No así condenar. Los profetas sentenciaban, como le ocurrió a David con Natán.
    Finalmente, el ruego por lo personal y comunitario en lo que hace al pecado y su consecuencia, deviene en una necesidad de recibir el auxilio de la fortaleza para evitar el mal que podemos ocasionar.
    Bueno, te he compartido una convicción.
    Sean saludables las sanas diferencias.
    Abierto a escuchar sugerencias.
    Muchas Gracias, Sergio.

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  4. Gracias Emma, Montserrat y SD por vuestros comentarios
    Ayudan a cimentar en roca la razón de nuestra Esperanza; y a soportar los vientos "de opiniones mayoritarias"

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