martes, 9 de agosto de 2011

Comerás el pan con el amor de tu frente...

Acarició su ayer
en el pelo de su muñeca
ya casi olvidada.
Recuerdos últimos
de una robada infancia
en la que tanto deseó
sentirse amada.
Sin ni siquiera sospechar
un más fuerte dolor
que el desamor habría:
por el mundo condenada
a nunca saber amar
...
La dejó a un lado y cogió su machete
de seca sangre aun manchado.
En la calle y en su cuenta
otro más esperaba.
¡Tenía que ganarse el pan!


Qué puede importar que se burlen de mí los agnósticos y ateos del mundo diciendo: ¡cómo puedes creer en el castigo divino de la expulsión del paraíso y ser condenado a, con el sudor de tu frente, ganarte el pan...!
Sin entrar en la parte metafórica del asunto e incluso así, a pelo, preferiría este divino castigo a no este otro ¡“más humano y realista”!

Porque sí me importa qué de mí dirán las nuevas generaciones críticas (acaso finalmente no las hallan, no será consuelo) de la semilla que ando no ya sembrando sino a lo estéril arrojando...

¡Qué hacen predicadores y púrpuras charlatanes con la mies tan abundante que se está perdiendo!   
¿Al menos suplican al Padre?
Que se dejen de abortos mentales.
Que alimenten a mi gente.
Sobre todo, a los que no saben ganarse el pan
con el sudor (amor) de su frente.

lunes, 1 de agosto de 2011

Sonidos y silencios

Acabáronse las ganaciales vacaciones con mi chica (ella no es funcionaria del estado -como yo- sino de la iglesia, queridos sanchos)
Han bastado, es nuestra fe, para restablecer (si quiera en parte) nuestros mundanos afanes.
Heme aquí por tanto.
Dispuesto a romper silencios y algún que otro estridente sonido.
Queriendo ante todo acompañar vuestros primeros (que leyera) compartires.
No creo en las casualidades. Creo en nuestro Señor Jesús.
Aunque esté de capa caída lo de "señor"; aunque ya ni a un solenme constipado contestemos "¡jesús!"
En mi ausencia, al menos dos de mis buenas y mejores amigas se han referido al silencio.
Y en la algarabía de mis gananciales vacaciones visitamos una playa.
No grabé su silencio.
Os invito a saborear sus sonidos.


Pd. Aunque andeis en las vuestras, procuraré visitaros a todos vosotros en este mes de Agosto de nuestras vacaciones ya vencidas...

al + mc


(Y sí; especialmente dedidada esta entrada a vosotras dos)