Dios propone y el hombre dispone.
¡Cuántas veces, aún dándome cuenta, he deseado que tal cosa fuese cierta!
Dios ni propone ni mucho menos dispone. Dios ama.
Sobremanera, ama.
Como la luz blanca: infinita suma de todos los amores; también de nuestros limitados amores.
Podemos entender un color (el rojo, el violeta...) como una determinada radiación, energía, que incide en nuestros ojos, espejos del alma.
Sumando el rojo, el verde o el azul, convenientemente, podemos recrear el espectro para nosotros visible de cualquier otro color; también logramos la blanca luz, cuando nuestros amores los hacemos girar en torno de su centro vital.
Amor de padre,
Amor de hijo,
Amor de amigo.
No son iguales; no son distintos.
Son amores que nos ayudan a entender el Blanco Amor, Eterno e Infinito.
Como la luz, podemos verla, entenderla y, a nuestro modo, manejarla, sumando sus "humanos componentes"
Como el Padre nos amó, así el Hijo nos ha amado.
Como mis padres me enseñaron, así deseo recordarlo, así he amado a mis hijos: su primer biberón, su segundos pañales (en honor a unas enfermeras y auxiliares siempre atentas); y mis primeros enfrentamientos con machistas razonamientos.
Pero sobre todo, descubrir y nacer a sentir el amor de padre, de golpe, a mi hijo, en mis brazos, necesitado, indefenso, amado, gozado, amado, con ternura amado...
El amor de hijo es distinto.
El mundano amor tira más hacia adelante aunque reciba más por detrás: se ama más a los hijos que a los padres.
¿Cómo amó Jesús a Dios, su Padre?
Mi amor de padre hacia mis hijos no ha sido y no creo, o al menos no espero, que sea nunca de misericordia.
Eso que veo en el cuadro no es sino ternura, ciega, necesitada, descalza, desamparada ternura.
¡Dios Padre, necesitado!¡Dios Padre a la puerta esperando!¡Dios Padre, de su perdido hijo encontrado!
¡Bendita bendición que esto se me haya revelado, se me haya regalado, se me haya participado!
La misericordia no es amor de padre; es amor de hijo hallado al padre reencontrado
¿Os acordáis de la historia de Noé y sus hijos?
Noé se emborrachó; un desliz o una tendencia, no importa aquí.
Su desnudez motivó el "pecado y maldición" de Cam por su falta de ¿misericordia? ante él. Lejos de respetar la "desnudez" de su padre, corrió a "avisar" a sus hermanos. ¿Qué pretendía?
He tenido el privilegio de realizar con mi madre lo que ella tantas veces para mi hiciera. Y he procurado respetar su pudor, su blanca luz.
He aprendido lo que es misericordia.
¡Qué grandes regalos de Dios!
Ternura,
Misericordia,
Amistad.
Tres colores fundamentales de su Arco Iris, infinito y eterno.
Padre,
Hijo y
Espíritu Santo.
Ya sé el color del amor con que firmo:
En el Amigo,
Al + Mc
De mis guardias nocturnas os comparto este parafraseo conjunto de dos grandes pensamientos de un mismo pensador:
"Somos nosotros y nuestras circunstancias; y éstas, la mitad son del ser y circunstancias de nuestros semejantes"
(Ortega y Gasset)
"Somos distintos en el ser pero iguales en las circunstancias"
Precisamente, por las circunstancias, no reniego de mi palabra dada sino que añado esta nueva. Os visitaré.
miércoles, 21 de julio de 2010
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BUENOS DIAS:
ResponderEliminarCon detenimiento he leido tus reflexiones.
Cuando se está en un hospital cuidando y velando un enfermo, las horas lentas dan mucho para reflexionar.
Ciertamente las circunstancias fueron compartidas, por tu madre y tu ella como enferma y tu como cuidador, esta fue una circunstancia de Amor de hijo hacia su madre.
Un abrazo para ti y Marieta.
Y de ahí
Su chico, gracias por traernos la escena del "hijo pródigo". Este cuadro de Rembrandt está explicado maravillosamente en un libro que te recomiendo, si no lo has leído: "El regreso del Hijo Pródigo" de Henri Nouwen. Cuando lo leí me ayudó a profundizar en la figura de ese Padre casi ciego que espera cada noche la llegada de su hijo, pero también en la figura del hijo humillado que no ha olvidado su verdadera Casa, y en el hermano "cumplidor y fiel" que mira con frialdad y juicio la escena. Todos hemos sido -y somos- en algún momento "hijos" y "hermanos", pero todos estamos llamados a ser "Padres misericordiosos". Ese es nuestro verdadero Camino. Un abrazo.
ResponderEliminarMontserrat
ResponderEliminarA cualquiera le agrada (más a este modesto profesor que se precia de serlo) gustar que se escucha (o se lee, al caso) sus reflexiones con detenimiento.
Gracias
Teresa
Hace toda una vida (la de mi hijo mayor aproximadamente) que tuve la suerte que una buena amiga (hoy, seguro, buceando en la Luz) me regalase un ejemplar de este libro.
Por cierto, pasa por el blog de Joan y lee (por su puesto primero su magnifica entrada) el comentario que le realicé. Temo que estaba pensando más en esta contestación que en ofrecerle un correcto comentario; porque, espero, siempre es bueno el pródigo hijo suscitado comentarios.
Pero me has dado una idea para una nueva entrada (más adelante). Os la dedicaré.
En el Amigo, gracias por vuestra amistad
Al + Mc
Hola "su chico". Creo que hemos vivido en los últimos días situaciones semejantes. Yo de momento estoy de descanso de fin de semana, el domingo vuelven a ingresar a mi madre y comenzar de nuevo las pruebas.
ResponderEliminarHe podido pensar mucho durante mis noches solitarias...le he dado gracias a Dios por mis hijos, por el amor que siento por ellos y más aún le doy gracias por tener a mi madre entre nosotros y sólo espero que el tiempo que le queda entre nosotros lo viva con calidad.
He visto cosas por allí de las que me he apenado, he visto personas sufriendo para después a los pocos días decir "adios" con los ojos bien abiertos aferrándose a la vida. En fin que todo esto es penoso y a la vez te deja un poco ploff...pero hay que seguir luchando.
Un beso y cuídate
Hola Princesa
ResponderEliminarPor lo que puedo leer entrelíneas temo que no son tan semejantes.
Mi madre volverá a andar pese a sus miedos a volverse a caer. Y el hospital solo será, como tantos otros, un mal recuerdo.
Es bueno aferrarse a la vida, es necesario.
Nunca he temido por la mía. Y aunque he visto de cerca la muerte (un grave accidente de tráfico) no la he temido ni siquiera cuando la vida era la de mi hijo, atropellado delante de mis ojos y los de su madre (salió sano y salvo; un trompazo tremendo que quedó solo en susto)
O soy un gran gilipollas o eso de creer en Dios ayuda en estas ocasiones
Recuerda que eres leo con alma de una preciosa pez, princesa
Un abrazo,
al + mc
pero los colores son todos bellos y ademas son como el ser humano que de un solo color y mezclando unos y otos se obtienen muchos ...como el ser humano de uno hemos crecido y de un color de una raza podemos mezclar y obtener otros tantos colores de piel...gracias por darte a conocer yo ya sigo tu interesante blogg.
ResponderEliminarun abrazo
Marina
encontre tu blog y me quede en el, soñando , leyendolo...
ResponderEliminarun besazo de Cora
Muy lindo blog, me quedoleyendo todavía un rato más: pero esta entrada en particular me dejó una sensación dentro bien bonita...
ResponderEliminarUn saludo!
Me quedo leyendo...