No es casualidad que solo pocos días después que mi chica me regalase esta figurita de mi santo más preciado, termino de leer un libro que no cambiará mi destino, aunque sí ha sacudido y sacudirá, enérgico, mi conciencia.
San Martín de Porres, avatar de humildad. Quiero decir, manifestación encarnada de la voluntad divina para con el hombre hacia el hombre; deseo de carne y hueso de fraternal amor
Cuentan que ofreció a sus superiores ser vendido como esclavo para remediar así las penurias económicas que atravesaba su orden, sus compañeros y amigos. Y por cierto, lamentable pero verdadero, no todos ellos -sus compañeros- le consideraban su amigo. Al parecer, de antiguo, ser cristiano no está reñido con el racismo, o la diferencia de clases, o la superioridad de ciertas razas o castas…
¿Qué no, que eso es cosa de “otros mundos y credos”? ¿Tú crees…?
Fácilmente nos distanciamos de aquello que nos iguala “a la baja”. Solo admitimos paridad si esta pérdida de singularidad implica “ascenso” de algún modo particularmente reconocido.
Jaume es otro avatar. Una encarnada re-compensa de Dios. No sé si cree en JesusCristo, Dios encarnado para los cristianos. Me da igual; pues como él dice, Dios es Amigo de todos; nunca nuestro enemigo; y ni siquiera cuando nos peleamos por darle un nombre, en un intento por manipularle para nuestros intereses, se enfrentará a unos en contra de otros.
Tampoco Jaume dudó en venderse, esclavizarse por y para su hermano; especialmente los más necesitados, los más pequeños.
No importa, pues, que nos dirijamos a El como Manitú, Brahma, Alá, Buda, Abbá... si después llamamos a nuestros semejantes, al menos eso: semejantes.
Dos avatares de "nuestro" Encarnado Dios; muy distintos, muy iguales; con la misma paciencia, el mismo tesón y ese rasgo excepcional de humildad que confiere el Amor hasta el extremo, nos demuestran que la pregunta, cuando este mundo nos rasga el alma, no es ¿dónde está Dios? sino ¿dónde, dónde están los hombres.?
Con fe o sin ella, lo crean o no, son verdadera manifestación humana, de carne y hueso, de Dios.
Los "avatares" de la vida, esas circunstancias imprevistas que súbito pretenden cambiar nuestro mundo... ¿son sólo eso, "circunstancias"?
¿O pueden ser la manifestación de un Dios que pretende encarnarse en nosotros, por nosotros, para nosotros?
Nota.- Puesto que esto no es un foro de teología creo poder tomarme alguna licencia. Nada tienen que ver (?) las manifestaciones o encarnaciones del Dios Visnhú en (p. ej.) Krishna con la Encarnación del Dios de Abraham en Cristo. Ni pretendo ofender a nadie; ni que nadie se sienta ofendido.
Tan sólo que todos nos sintamos amados por el Amigo.
Con varios días de retraso pero, por lo tanto, con más días de cariño, a nuestra amiga sor Ceci, en su aniversario.
San Martín de Porres, avatar de humildad. Quiero decir, manifestación encarnada de la voluntad divina para con el hombre hacia el hombre; deseo de carne y hueso de fraternal amor
Cuentan que ofreció a sus superiores ser vendido como esclavo para remediar así las penurias económicas que atravesaba su orden, sus compañeros y amigos. Y por cierto, lamentable pero verdadero, no todos ellos -sus compañeros- le consideraban su amigo. Al parecer, de antiguo, ser cristiano no está reñido con el racismo, o la diferencia de clases, o la superioridad de ciertas razas o castas…
¿Qué no, que eso es cosa de “otros mundos y credos”? ¿Tú crees…?
Fácilmente nos distanciamos de aquello que nos iguala “a la baja”. Solo admitimos paridad si esta pérdida de singularidad implica “ascenso” de algún modo particularmente reconocido.
Jaume es otro avatar. Una encarnada re-compensa de Dios. No sé si cree en JesusCristo, Dios encarnado para los cristianos. Me da igual; pues como él dice, Dios es Amigo de todos; nunca nuestro enemigo; y ni siquiera cuando nos peleamos por darle un nombre, en un intento por manipularle para nuestros intereses, se enfrentará a unos en contra de otros.
Tampoco Jaume dudó en venderse, esclavizarse por y para su hermano; especialmente los más necesitados, los más pequeños.
No importa, pues, que nos dirijamos a El como Manitú, Brahma, Alá, Buda, Abbá... si después llamamos a nuestros semejantes, al menos eso: semejantes.
Dos avatares de "nuestro" Encarnado Dios; muy distintos, muy iguales; con la misma paciencia, el mismo tesón y ese rasgo excepcional de humildad que confiere el Amor hasta el extremo, nos demuestran que la pregunta, cuando este mundo nos rasga el alma, no es ¿dónde está Dios? sino ¿dónde, dónde están los hombres.?
Con fe o sin ella, lo crean o no, son verdadera manifestación humana, de carne y hueso, de Dios.
Los "avatares" de la vida, esas circunstancias imprevistas que súbito pretenden cambiar nuestro mundo... ¿son sólo eso, "circunstancias"?
¿O pueden ser la manifestación de un Dios que pretende encarnarse en nosotros, por nosotros, para nosotros?
Nota.- Puesto que esto no es un foro de teología creo poder tomarme alguna licencia. Nada tienen que ver (?) las manifestaciones o encarnaciones del Dios Visnhú en (p. ej.) Krishna con la Encarnación del Dios de Abraham en Cristo. Ni pretendo ofender a nadie; ni que nadie se sienta ofendido.
Tan sólo que todos nos sintamos amados por el Amigo.
Con varios días de retraso pero, por lo tanto, con más días de cariño, a nuestra amiga sor Ceci, en su aniversario.
Hola querido amigo:
ResponderEliminarque lindo hablas de los avatares de la vida!
Yo e tenido que lidiar con varios en mi vida, y en esos momentos tan díficiles he sentido a Dios tan presente, que conmueve mi espiritu cada vez que lo recuerdo.
En las grandes tormentas es cuando mas serca nuestro está.
Un abrazo para los dos.
Hola mi primogénita amiga (de mi mundo blogiano)
ResponderEliminarCreo que ambos hemos tenido trabajo extra (al menos sor Ceci no para de agradecer tus colaboraciones con ella; y yo ando de fin de curso a la vez que reciclandome con algunos cursillos que empresas de la indústria y técnica actual imparten para los profesores de formación profesional; y como seguro habrás leido, un par de chapuzones con mi chico. Y no dudes que aunque no me haya parado a comentar las últimos -creo que solo las dos ultimas- no dejo de visitarte)
Un abrazo en el Amigo, al menos para tres y el resto
Al + Mc
Hola "su chico"
ResponderEliminarBonita entrada.
San Martín de Porres, verdaderamente humilde como pocas personas actuales hay en nuestra sociedad...¿conoces a muchas?
También anda liada y me queda poco tiempo para acercarme a leer a mis amigos, pero humilde o no sigo leyéndote.
Besos
¿Conoces a muchas tan princesas como tú?
ResponderEliminar(Pero haberlas, haylas)
No es la cantidad...
(?)
Y ninguna tan 'humilde' como mi triste princesa
Al + Mc
Princesa...
ResponderEliminar¿o lo de 'humilde' iba o por mi?
Su chico me refería a mí, creo y pienso que soy humilde y otras cosas más.
ResponderEliminarNo puedo hablar de ti porque no te conozco y sería muy imprudente describirte...ya ves? también soy prudente, jajaja.
Por cierto...princesas dicen llamarse muchas, pero no sé si pueden llegar a considerarse princesas. Algún día, ojala tarde, ya no seré princesa...
Gracias amigo por tu recuerdo. Tu post es interesante, avatares de la vida, es una constante que te hacen madurar y saberte enfrentar a los desafíos de tus semejantes, con paz y deseo verdaderos de que haya el Amigo ente nosotros
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia