jueves, 14 de abril de 2011

Los selectivos catorce puntos de la p.a.u.

Que tu sí sea un sí y tu no un no...  (St  5:12)

Desde pequeños he intentado infundir en mis hijos el valor sacro de la palabra de un hombre (o de una mujer, al caso; aunque me quedé con las ganas de una niña; ¡cosas de mi Jefe!)
Otrora  identificada con el  honor, la palabra de uno es suficiente para vivir por ella; y bastante para llegado el extremo, por ella, morir.
Y, dicho sea también entre paréntesis, por ella tengo fe. Porque aprendí que la Palabra es fiel y no defrauda nunca. Un hecho demostrable, aunque no con las ciencias exactas.

Me pregunto entonces, qué necesidad tiene nuestra escala de valores formativos  de estirar nuestro vocablo “sobresaliente” hasta cuatro puntos más. Viene a sonarme como el anuncio del detergente aquel: “el blanco más blanco” y henos aquí con un sobresaliente más sobresaliente.
Pero, como la espada de Damocles, nos puede cortar con su doble filo y nuestro sobresaliente “sin estirar” no sería sino apenas un bien escaso...

En medio de esta relativismo tan absoluto, insisto, pregunto: ¿es esta la ética, la educación para la ciudadanía, que pretendemos inculcar en nuestros  jóvenes adolescentes? Y añado adolescentes, precisamente por ello: con esta “enseñanza” del bien estirado, adolecerán de un firme criterio: “Sí, sí; no, no” Pues todo lo demás, viene, sin duda, de nada claros creados intereses.

Otros foros andan abogando para que sea fuerte y clara la voz de los cristianos en política y en las leyes. No lo pondré en duda. “Dad al césar lo que es del césar...”
Pero, ¡hombre!... ¡Demos, también y primero,  a Dios lo que es de Dios! Pocas cosas debieran ser sagradas como han de serlo nuestros hijos. Y, ¿qué les estamos dando más allá de nuestro cómodo relativismo?
Basta ya de dieces desnatados. Al pan, pan; y nuestras calificaciones de cero a diez
¿O no es suficiente?


Notas.-
* La p.a.u. es la prueba de acceso a la universidad. Este año, uno puede presentarse voluntariamente a un exámen extra de "sus mejores asignaturas", demostrar que ciertamente es sobresaliente, y ganar algun punto que suplementariamente, le dé la plaza anhelada
* En secundaria debemos calificar de 1 a 10; independientemente que nos entreguen el exámen en blanco  e incluso con alguna falta de ortografía en su propio nombre (o simplemente ininteligible). La razón... ¡que los del césar os expliquen sus razones!

Dedicatorias.-
*A unas chicas y chicos de 4º ESO que vinieron a compartir palabra y cena con "nuestras chicas y chicos" de alfabetización para extranjeros. Nos juntamos cuerpos y almas del Senegal, Marruecos, India, España y/o sus comunidades...bailamos, reímos, nos interesamos, nos....
* A Fuentequemana, que entre otras -fuentes- lo hizo posible

martes, 5 de abril de 2011

Con zapatos nuevos

(Antes de nada, dale al "play" en Esto que oyes, a la derecha de la pantalla. Gracias)

Tenía pensada otra entrada mucho más seria, mucho más relevante, de más actualidad, impactantente y, cómo no, atrevida.
También, pensaba haberos dedicado algo más de tiempo y compartir y comentar vuestras entradas.
Pensaba.
Ahora quiero sentir, sentiros.
Y contaros que me encuentro como un chico con zapatos nuevos. Como un chico de los de antes, claro. Ahora, como poco, creo que debería decir "con un móvil nuevo".
Y digo yo que este tipo de entradas deberían ser más usuales; más común entre nosotros mensajes de, no ya esperanza, que también, sino de palpable alegría compartida.
No son zapatos. No importa lo nuevo que tenga en mis manos.
Importa que es felicidad compartible. Gozo que desea ser compartido.
Tenía pensada otra entrada.
Mientras tanto hoy soy feliz